ORACIONES DE SANACION


1. ORACION DE SANACIÓN INTERIOR
Padre de bondad, Padre de amor,
te bendigo, te alabo y te doy gracias
porque por amor nos diste a Jesús.
 
Gracias Padre porque a la luz de tu Espíritu
comprendemos que Jesús es la luz,
la verdad y el buen pastor,
que ha venido para que tengamos vida
y la tengamos en abundancia.
Hoy, Padre, me quiero presentar
delante de ti, como tu hijo.
Tú me conoces por mi nombre.
Pon tus ojos de Padre amoroso en mi vida.
 
Tú conoces mi corazón
y conoces las heridas de mi historia.
 
Tú conoces todo lo que he querido hacer
y no he hecho.
Conoces también lo que hice
o me hicieron lastimándome.
Tú conoces mis limitaciones,
errores y mi pecado.
 
Conoces los traumas
y complejos de mi vida.
 
Hoy, Padre,
te pido que por el amor
que le tienes a tu hijo Jesucristo,
derrames tu Santo Espíritu sobre mí,
Para que el calor de su amor sanador,
penetre en lo más íntimo de mi corazón.
 
Tú que sanas los corazones destrozados
y vendas las heridas,
sáname aquí y ahora de mi alma,
mi mente, mi memoria y todo mi interior.
 
Entra en mí, Señor Jesús,
como entraste en aquella casa
donde estaban tus discípulos
llenos de miedo.
 
Tú te apareciste en medio de ellos
y les dijiste:
“Paz a vosotros”.
Entra en mi corazón y dame tu paz.
Lléname de amor.
Sabemos que el amor echa fuera el temor.
 
Pasa por mi vida y sana mi corazón.
Sabemos, Señor Jesús,
que tú lo haces siempre que te lo pedimos,
y te lo estoy pidiendo con María, mi Madre,
la que estaba en las bodas de Caná
cuando no había vino
y tú respondiste a su deseo,
transformando el agua en vino.
Cambia mi corazón
y dame un corazón generoso,
un corazón afable,
un corazón bondadoso,
dame un corazón nuevo.
 
Haz brotar en mi
los frutos de tu presencia.
Dame el fruto de tu Espíritu
que es amor, paz, alegría.
 
Haz que venga sobre mí
el Espíritu de las bienaventuranzas,
para que pueda saborear
y buscar a Dios cada día
viviendo sin complejos ni traumas
junto a los demás,
junto a mi familia,
junto a mis hermanos.
 
Te doy gracias, Padre,
por lo que estás haciendo hoy en mi vida.
Te doy gracias de todo corazón
porque tú me sanas,
porque tú me liberas,
porque tu rompes las cadenas
y me das la libertad.
 
Gracias, Señor Jesús,
porque soy templo de tu Espíritu
y este templo no se puede destruir
porque es la casa de Dios.
 
Te doy gracias, Espíritu Santo,
por la fe.
Gracias por el amor que has puesto en mi corazón.
¡Qué grande eres, Señor Dios
Trino y Uno!
Bendito y alabado seas, Señor


Padre Emiliano Tardif.

2. ORACION DE SANACIÓN FISICA


Señor Jesús, creo que estás vivo y resucitado.
Creo que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar
y en cada uno de los que en ti creemos.
Te alabo y te adoro.
Te doy gracias, Señor, por venir hasta mí,
como pan vivo bajado del cielo.
Tú eres la plenitud de la vida.
Tú eres la resurrección y la vida.
Tú eres, Señor, la salud de los enfermos.
 
Hoy quiero presentarte
todas mis enfermedades
porque tú eres el mismo ayer,
hoy y siempre
y tú mismo me alcanzas
hasta donde estoy.
Tú eres el eterno presente
y tú me conoces...
 
Ahora, Señor,
te pido que tengas compasión de mí.
Visítame a través de tu Evangelio
para que todos reconozcan
que tú estás vivo en tu Iglesia hoy;
y que se renueve mi fe
y mi confianza en ti.
Te lo suplico, Jesús.
 
Ten compasión de mis sufrimientos físicos,
de mis heridas emocionales
y de cualquier enfermedad de mi alma.
 
Ten compasión de mí, Señor.
Bendíceme
y haz que vuelva a encontrar la salud.
Que mi fe crezca
y me abra a las maravillas de tu amor,
para que también sea testigo
de tu poder y de tu compasión.
 
Te lo pido, Jesús,
por el poder de tus santas llagas,
por tu santa cruz y tu preciosa sangre.
 
Sáname, Señor.
Sana mi cuerpo,
sana mi corazón,
sana mi alma.
 
Dame vida y vida en abundancia.
Te lo pido por intercesión
de María Santísima, tu madre,
la Virgen de los Dolores,
la que estaba presente, de pie,
cerca de la cruz.
La que fue la primera en contemplar
tus santas llagas y que nos diste por madre.
 
Tú nos has revelado
que ya has tomado sobre ti,
todas nuestras dolencias
y por tus santas llagas hemos sido curados.
 
Hoy, Señor,
te presento en fe todas mis enfermedades
y te pido que me sanes completamente.
Te pido por la gloria del Padre del cielo,
que también sanes a los enfermos
de mi familia y a mis amigos.
 
Haz que crezcan en la fe,
en la esperanza,
y que reciban la salud
para gloria de tu Nombre.
 
Para que tu Reino
siga extendiéndose más y más
en los corazones,
a través de los signos
y prodigios de tu amor.
Todo esto te lo pido, Jesús,
porque tú eres Jesús.
 
Tú eres el buen pastor
y todos somos ovejas de tu rebaño.
 
Estoy tan seguro de tu amor
que aún antes de conocer
el resultado de mi oración,
En fe, te digo:
Gracias Jesús,
por lo que tú vas a hacer en mí
y en cada uno de ellos.
 
Gracias por las enfermedades
que tú estás sanando ahora,
gracias por los que tú
estás visitando con tu misericordia.



Padre Emiliano Tardif.


ORACIONES DE LIBERACION 

Padre Gabriele Amorth- exorcista de la diócesis de Roma
De su libro, "Un Exorcista Cuenta Su Historia"


Oraciones contra el maleficio (del ritual griego)Kyrie eleison. Dios nuestro Señor, oh Soberano de los siglos, omnipotente y todopoderoso, tú que lo has hecho todo y que lo transformas todo con tu sola voluntad; tú que en Babilonia transformaste en rocío la llama del horno siete veces más ardiente y que protegiste y salvaste a tus tres santos jóvenes; tú que eres doctor y médico de nuestras almas; tú que eres la salvación de aquellos que se dirigen a ti, te pedimos y te invocamos, haz vana, expulsa y pon en fuga toda potencia diabólica, toda presencia y maquinación satánica, toda influencia maligna y todo maleficio o mal de ojo de personas maléficas y malvadas realizados sobre tu siervo... haz que, en cambio, de la envidia y el maleficio obtenga abundancia de bienes, fuerza, éxito y caridad; tú, Señor, que amas a los hombres, extiende tus manos poderosas y tus brazos altísimos y potentes y ven a socorrer y visita esta imagen tuya, mandando sobre ella el ángel de la paz, fuerte y protector del alma y el cuerpo, que mantendrá alejado y expulsará a cualquier fuerza malvada, todo envenenamiento y hechicería de personas corruptoras y envidiosas; de modo que debajo de ti tu suplicante protegido te cante con gratitud: “el Señor es mi salvador y no tendré temor de lo que pueda hacerme el hombre.” “No tendré temor del mal porque tú estás conmigo, tú eres mi Dios, mi fuerza, mi poderoso Señor, Señor de la paz, padre de los siglos futuros”. Sí Señor Dios nuestro, ten compasión de tu imagen y salva a tu siervo... de todo daño o amenaza procedente de maleficio, y protégelo poniéndolo por encima de todo mal; por la intercesión de la más que bendita, gloriosa Señora, la madre de Dios y siempre Virgen María, de los resplandecientes arcángeles y de todos sus santos. ¡Amén!
Oración contra todo malEspíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Virgen Inmaculada, ángeles, arcángeles y santos del paraíso descended sobre mí.
Fúndeme, Señor, modélame, lléname de ti, utilízame.
Expulsa de mí todas las fuerzas del mal, aniquílalas, destrúyelas, para que yo pueda estar bien y hacer el bien.
Expulsa de mí los maleficios, las brujerías, la magia negra, las misas negras, los hechizos, las ataduras, las maldiciones y el mal de ojo; la infestación diabólica, la posesión diabólica y la obsesión y perfidia; todo lo que es mal, pecado, envidia, celos y perfidia; la enfermedad física, psíquica, moral, espiritual y diabólica.
Quema todos estos males en el infierno, para que nunca más me toquen a mí ni a ninguna otra criatura en el mundo.
Ordeno y mando con la fuerza de Dios omnipotente, en nombre de Jesucristo Salvador, por intercesión de la Virgen Inmaculada, a todos los espíritus inmundos, a todas las presencias que me molestan, que me abandonen inmediatamente, que me abandonen definitivamente y que se vayan al infierno eterno, encadenados por San Miguel Arcángel, por San Gabriel, por San Rafael, por nuestros ángeles custodios, aplastados bajo el talón de la Virgen Santísima Inmaculada.
Oración por la curación interiorSeñor Jesús, tu has venido a curar los corazones heridos y atribulados, te ruego que cures los traumas que provocan turbaciones en mi corazón; te ruego, en especial que cures aquellos que son causa de pecado. Te pido que entres en mi vida, que me cures de los traumas psíquicos que me han afectado en tierna edad y de aquellas heridas que me los han provocado a lo largo de toda la vida. Señor Jesús, tú conoces mis problemas, los pongo todos en tu corazón de Buen Pastor. Te ruego, en virtud de aquella gran llaga abierta en tu corazón, que cures las pequeñas heridas que hay en el mío. Cura las heridas de mis recuerdos, a fin de que nada de cuanto me ha acaecido me haga permanecer en el dolor, en la angustia, en la preocupación. Cura, Señor, todas esas heridas íntimas que son causa de enfermedades físicas. Yo te ofrezco mi corazón, acéptalo, Señor, purifícalo y dame los sentimientos de tu Corazón divino. Ayúdame a ser humilde y benigno.
Concédeme, Señor, la curación del dolor que me oprime por la muerte de las personas queridas. Haz que pueda recuperar la paz y la alegría por la certeza de que tú eres la Resurrección y la Vida. Hazme testigo auténtico de tu Resurrección, de tu victoria sobre el pecado y la muerte, de tu presencia Viviente entre nosotros. ¡Amén!
Plegaria de LiberaciónOh, Señor, tú eres grande, tú eres Dios, tú eres Padre, nosotros te rogamos, por la intercesión y con la ayuda de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, que nuestros hermanos y hermanas sean liberados del maligno que los ha esclavizado.
Oh, santos, venid todos en nuestra ayuda.

De la angustia, la tristeza y las obsesiones, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
Del odio, la fornicación y la envidia, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De los pensamientos de celos, de rabia y de muerte, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De todo pensamiento de suicidio y de aborto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De toda forma de desorden en la sexualidad , nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De la división de la familia, de toda amistad mala: Líbranos, oh Señor.
De toda forma de maleficio, de hechizo, de brujería y de cualquier mal oculto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.

Oh, Señor, que dijiste “la paz os dejo, mi paz os doy”, por la intercesión de la Virgen María concédenos ser librados de toda maldición y gozar siempre de tu paz. Por Cristo Nuestro Señor. ¡Amén!

ORACION DE LIBERACIONMonseñor Morales
Señor nuestro Jesucristo te adoro, te alabo, te bendigo, gracias por tu infinito amor por el que te has hecho uno de nosotros naciendo de la Virgen María y por el que subiste a la Cruz para dar tu vida por nosotros.

Gracias por tu sangre preciosísima con que nos has redimido.

Con tu sangre preciosísima brotada de tus sacratísimas sienes traspasadas por espinas: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.

Con tu sangre preciosísima brotada de tu hombro y espalda llagados por la Cruz a cuestas: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.

Con tu sangre preciosísima brotada de tu costado abierto por la lanza: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.

Con tu sangre preciosísima brotada de tus pies y de tus manos traspasados por los clavos: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.

Con tu sangre preciosísima brotada de todo tu cuerpo llagado por los azotes: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.

Tres veces Gloria

Amén, Amén, Amén
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